domingo, 13 de febrero de 2011

Orgía en las Illas Sicas

Siempre he tenido curiosidad por saber si a la gente, en general digo, le interesan las orgias. Hace años que trato de responder a esa pregunta. Para saberlo he tratado de utilizar diversas técnicas de muestreo, tanto cualitativas como cuantitativas. Entre ellas me parecía que la encuesta personal podría darme una idea del número y la intensidad del interés de la población sobre el tema.

Diseñé un cuestionario muy sencillo. En realidad tenía solo dos preguntas:
1.       -  Así, en general, ¿a usted le interesan las orgías? ¿Sí o no?
2.       -  Si ha respondido que si a la primera pregunta, dígame ahora por favor,  si le interesan muchísimo, mucho, algo, poco o poquísimo.

Todo el mundo sabe que el tamaño de la muestra (n) es menor que el tamaño de la `población (N), pero si la muestra está bien elegida, será representativa del total poblacional, y en vez de tener que preguntar a 42 millones de españoles, con unos mil y pico entrevistados  ya nos valdría. Por ejemplo,  para una población de 25.600 personas con p=q=50% el error muestral será de unos, más-menos, 0,62  que es poquísimo.
Con toda esa tecnología a mis espaldas cogí mi cuaderno de anillas y me fui a la calle Preciados de Madrid, que es donde hacen las encuestas todas las televisiones de la TDT. Yo no quería ser menos científico que ellas.

Me pasé todo el día tratando de que alguien me contestara, pero solo conseguí algunos insultos y muchas risas. Deduje que para hacer entrevistas es mejor llevar una cámara que un cuaderno y que a la gente no le gusta que le hablen de lo que no conocen,  así de cerca.

Cuando volví a casa me acordé que otra gente recurre a Google para conocer donde está la verdad y allí me fui y puse: orgias.

Fue muy revelador. Hay 4.950.000 personas que están interesadas es decir que casi un 12% le interesa el tema. Si eliminamos al 50% de la población, que no sabe lo que significa orgias, incluidos los menores de una edad y los mayores de otra, resulta que a un 24% si le interesa. Esa cifra ya no está nada mal y es seguro que llega a niveles europeos e incluso mundiales.

Confortado por esta información tan científica me senté en el sofá y abrí el periódico El Mundo punto com. El titular me hizo saltar hasta el techo: Orgias de gusanos hermafroditas en el litoral gallego.
No sabía que los gusanos gallegos hicieran orgías, ni siquiera los hermafroditas, pero me pareció tan interesante que seguí leyendo.

En las aguas gallegas habita un gusano peculiar, una nueva clase de nemertino que da rienda suelta a su instinto reproductor en el interior de las asicidias, otro animal que permanece al margen del desenfreno sexual. Como además los nuevos nemertinos también son hermafroditasy no tienen prejuicios a la hora de aparearse en grupo, la variedad de encuentros de los que puede ser testigo la ascidia de turno no es nada desdeñable."


Yo ya había notado algo, la última vez que estuve en la Illas Sicas, pero al ser un parque nacional y natural, no me pareció natural seguir investigando en directo.

El gusano en cuestión se llama 'Vieitezia luzmurubeae'…”

Claro pensé, con ese nombre.

Este gusano es hermafrodita sucesivo: primero es macho y luego hembra, Para producir sus huevos, este nuevo animal se introduce en las ascidias y expulsa óvulos y espermatozoides, proceso que no tiene por qué ocurrir en la intimidadPese lo particular del 'Vieitezia luzmurubeae', los nemertinos se suelen reproducir una única vez en la vida…aunque algunos tipos que habitan a grandes profundidades procrean a lo largo de todo el año….en algunas especies parásitas se han contado hasta 11.000 ovarios…Además, según la clase concreta de gusano que sea, "su puesta puede ir desde varios cientos de huevos hasta miles."

O sea que los/las Vieitezia ni siquiera tiene que ligar. Se lo montan a su propio verigud, a vista de todos los que quieran mirar y con una capacidad de once mil ovarios no hay quien les tosa, ni con un par. Pero no hay gusano ni siquiera humano que no tenga un pero, y ese está en que sólo montan orgías una vez en la vida, y esto mis amigos es menos de lo que se lo monta un casado.

Me quedé conmocionado y mientras me preparaba un colacao, pensé que no nos dicen nada en el artículo de si las/los  Vieitezia son buenos o malos. Tenemos que conservarlos o eliminarlos.

Si son buenos podemos cobrar entradas para ver las orgias en directo y echarles de comer como a las palomas, pero si son malos les aplicaremos la receta de Siniestro:

Llego a la isla,
le saco de la tienda,
le doy en la cabeza,
le abro la cabeza.

Le corto un brazo,
le arranco una pierna,
le saco las uñas,
le muerdo una oreja.

Matar hippies en las Cies. (Oohhh)

 Y lo más importante, que tampoco dicen: ¿se comen? A ver si ahora tenemos que dejar a un lado los percebes, las nécoras, las centollas, en fin los bichos que ahora nos alimentan. Con esos hasta ahora es con los que hacemos las orgías. Y bien.

1 comentario:

  1. A mí me apasionan las orgías, sobre todo porque nunca me han invitado a participar en una.
    Los naturalistas siempre han estado algo salidillos. El primer trabajo de Charles Darwin fue un estudio sobre no recuerdo qué percebe cuyo órgano sexual era diecisiete veces más largo que su propio cuerpo. Ese estudio le granjeó una firme reputación en aquella sociedad victoriana en que señoritas de blanca piel sin duda pensaban en percebes cuando en la soledad de sus castas habitaciones se entregaban a las delicias de los paraísos digitales.

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